Las emisiones de humo de los ciclos de combustión han sido un problema a nivel internacional desde hace mucho tiempo y el conocimiento de las directrices ha buscado formas de controlar y limitar los niveles de dichas emisiones. Las estrategias actuales para el Sistema de control de la opacidad del polvo utilizan realmente las características ópticas de la cantidad de gases para medir el humo o el polvo.
El humo y el polvo son el resultado de todos los procesos de combustión, incluidas las unidades de producción de carbón y petróleo. Aunque los hechos confirman realmente que el negocio se está alejando del consumo de carbón para consumir fuentes electivas que se consideran más limpias, como el gas inflamable y las energías renovables, el uso del carbón en la era de la energía probablemente va a permanecer en niveles de alrededor del 20 al 30 por ciento del total durante mucho tiempo. Dado que estas emanaciones están dañando el clima y ensucian el bienestar en cualquier caso, para las personas que viven lejos de la fuente, los especialistas están tomando medidas severas de tal manera.
Medición de la opacidad
El humo y el polvo se conocen en conjunto como partículas, o PM. Tal vez el indicio más claro de la emisión de PM sea una cresta notable de humo que sale de la chimenea. En el momento en que la luz atraviesa un gas que contiene humo y residuos, una parte de la luz se pierde por dispersión, retención y reflexión de las partículas. La medida de la pérdida de luz depende del número y el tamaño de las partículas, con el objetivo de que la pérdida pueda utilizarse como proporción de la fijación de PM en la chimenea.
La opacidad es una proporción de la atenuación de la luz: la parte insignificante de la luz que se pierde en la intersección de la pila. Una pantalla de opacidad estima este valor y lo comunica directamente. Una pantalla de PM estima las cualidades ópticas del gas de la chimenea y utiliza el valor para determinar la fijación de PM en mg/m3. Las pantallas de opacidad deben trabajar día tras día, por lo que la calidad constante es de importancia básica. Utilizadas con frecuencia en condiciones escandalosas, las pantallas se montan en el exterior en una situación elevada sobre una chimenea, en la que se presentan a límites de temperatura. Dado el tamaño de las estructuras de las chimeneas, hay además un desarrollo menor y la pantalla debe obligar a esta reubicación. Cada pantalla de opacidad debe ser diseñada y alineada para el establecimiento particular donde se utiliza.
A medida que las directrices se hacen cada vez más estrictas, la comprobación precisa de la opacidad con Instrumentos MRU resulta significativamente más imperativa para garantizar que una planta siga cumpliendo las normas.
